viernes, 18 de marzo de 2011

Maldita sea otr vez eltclado, bueno sera la coca que le tire el otro dia buenomjor les cuento encorto que Historia de lo fijo y lo volátil revela las desdichas de un ser inmortal

Mas noticias en http://noti.mx ...De momento no tengo mucho entusiasmo pero le sigo Las peripecias de un ser castigado con la inmortalidad desde el año 33 de nuestra era, sus encuentros con personajes de todos los tiempos y un desenlace que tiene lugar en una cantina jalisciense, se relatan en la novela Historia de lo fijo y lo volátil, de Fernando de León, que será presentada en la Quinta Feria Nacional del Libro Infantil y Juvenil de Morelos, el domingo 20 de marzo a las 16:00 horas.

Editada por la Dirección de Publicaciones del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (Conaculta) dentro de la colección El Guardagujas, Historia de lo fijo y lo volátil, descubre ante el lector la inmortal vida de su personaje: Cortaphilus, quien habla acerca de sus saltos en el tiempo cargando un castigo que lo mantiene errante desde hace casi dos milenios, y sobre su búsqueda de una poción alquímica que le dé el olvido o de alguien con quién compartir su eterna existencia.

La desesperación ante la inmortalidad, la búsqueda por la estabilidad que da la fijeza y la sensación de volatilidad son emociones que Cortaphilus desarrolla a lo largo de las 74 páginas de esta novela breve, en la que personajes como Cornelio Agrippa, León de Judá y Lilith se mezclan en su trama.

Nacido en Guadalajara, Jalisco, en 1971, Fernando de León ha encaminado sus primeros pasos por la literatura en los terrenos del cuento y el ensayo. Ha sido editor y cofundador en las revistas Luvina (2004-2008) y el Zahir (1992-2001) y en la actualidad se desempeña como jefe de redacción del periódico cultural La Manzana. Arte&Psique.

Es autor de los libros de cuentos: La estatua sensible (Conaculta, 1996), La obscuridad terrenal (2001), Cárceles de invención (2003), La sana teoría (2006) y Apuntes para una novísima arquitectura, con el que obtuvo el Premio Nacional de Cuento Agustín Yáñez, 2004.

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